Entrevistamos a Juan Manuel Díaz Burgos
“Pocos lenguajes son tan universales como la fotografía”
La pasión por la fotografía es una constante en la trayectoria de Juan Manuel Díaz Burgos. Un profesional que ve en cada proyecto un reto. Un autor que reconoce, con un pícaro brillo en los ojos, que harían necesarias varias vidas para acometer los proyectos que tiene en mente.
FEPFI – ¿Cómo llegó al mundo de la fotografía?
Juan Manuel: Por puro placer y de manera autodidacta.
FEPFI – ¿Hay algún proyecto que pueda decir que ha marcado un antes y un después en su carrera? ¿Y en su vida personal?
Juan Manuel: Rotundamente sí. Y son dos. El primero fue sin duda el viaje que en 1990 realicé junto con mi gran amigo Juan M. Castro Prieto a Cuzco (Perú) con el objeto de positivar la obra del gran maestro de la fotografía latinoamericana Martín Chambi para su posterior exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid e itinerancia. Para Juanma y para mí fue un impacto muy fuerte, que nos dejó marcados tanto en lo personal como en lo profesional. Evidentemente, esta entrevista no da para enumerar las vicisitudes de aquella mágica experiencia, pero puedo decir que han pasado ya 24 años y todavía el recuerdo sigue marcado. Y el segundo proyecto fue el que realicé a finales de los años ochenta y que se tituló “Historias de playa”. Por varias razones, supuso para mí un cambio sustancial en mi manera de entender y ver la fotografía. Ahora, después de 25 años, es casi seguro se vea cumplido un sueño: ver editado un libro en donde se recoja una edición completa de aquel proyecto. Un “revisionismo” histórico que va a ser motivo de plena satisfacción para mí. Reivindicar un trabajo que creo tuvo en su momento una vital importancia, hasta el punto de que fueron no pocos los colegas que a partir de mi trabajo se sintieron “inspirados” y dieron otra versiones del mismo. Algunos muy ricas y otros muy parecidas, por llamarlo de alguna manera.
FEPFI – ¿En qué está trabajando en la actualidad?
Juan Manuel: Ahora mismo estoy trabajando en varios proyectos, pero entiendo que en fotografía no hay que tener prisas. Inicié hace dos años una ilusión, que es la de dedicar a Cartagena, mi pueblo, una pequeña memoria de mi mirada, y en ello estoy. Hace un año escaso se publicó y expuso mi primera “entrega” que, como no podía ser de otra manera, está dedicada a dar una visión de su puerto, y en definitiva de mi infancia. La titulé “Puerto eterno”. Ahora mismo me encuentro trabajando en la maqueta y edición de una segunda, esta vez dedicada a dar una visión de lo que es sin duda la joya de la ciudad: su teatro, museo romano. El próximo 6 de marzo se inaugurará en la misma sala del museo esta exposición, junto con la publicación de su libro, de título “Vox Petrae”. Para mediados de febrero también se presentará un librito en el que recojo una breve historia de la fotografía amateur en mi ciudad desde los años 1957 a 1989. Esto por lo que respecta a mi trabajo “local”.
En proyectos afines a las fronteras locales, ando trabajando especialmente en la Republica Dominicana, en donde llevo cuatro proyectos muy ilusionantes. Algunos de ellos con más de siete años de trabajo y otros, los menos, con dos. Estoy a punto de embarcarme de nuevo para visitarla y terminar de acometer un proyecto que llevará de titulo “Trópico de Cáncer” y que espero a la vuelta ver las posibilidades de llevarlo adelante. Un proyecto muy especial, por cuanto doy en él una visión un tanto diferente de la que se me reconoce, pero que entiendo forma parte igualmente de mi manera de ver la fotografía, aquella que me lleva a interpretar y entender a los seres humanos. Y mientras tanto, Cuba, siempre eterna y presente para mí. Son tres los libros que he realizado en torno a este país, pero espero algún día hacer mi gran libro de La Habana con toda una selección de mi obra en torno a esta especial ciudad a la que tanto debo. Igual me sucede con Perú, en donde espero tener el tiempo para hacer otro viaje más con el fin de terminar mi proyecto global en referencia a este país, sin olvidar la siempre querida México.
FEPFI – ¿Cuál es su mayor inquietud a la hora de capturar una escena?
Juan Manuel: Inquietud y tensión son siempre una constante en la fotografía. Una mezcla de esto junto con cerebro y corazón es la fórmula mágica para edificar los cimientos de un proyecto fotográfico.
Inquietud y tensión son siempre una constante en la fotografía. Una mezcla de esto junto con cerebro y corazón es la fórmula mágica para edificar los cimientos de un proyecto fotográfico.
FEPFI – ¿Qué le conduce a aceptar y meterse de lleno en un determinado proyecto?
Juan Manuel: Pues sencillamente que me apasione, aunque todos los proyectos por invitación son un reto en sí, maravilloso de asumir.
FEPFI – ¿Cuál es el proyecto con el que sueña desde hace tiempo y todavía no ha podido realizar?
Juan Manuel: Necesitaría varias vidas para asumir los deseos personales. Pero uno tiene que ser consecuente y tener la cabeza amueblada para hacer los que puede, o debe, eso sí, con la mayor dignidad posible.
FEPFI – Su obra se ha expuesto en numerosos países. ¿La fotografía es un lenguaje universal o la mirada del espectador es diferente según el lugar en el que haya nacido?
Juan Manuel: Pocos lenguajes son tan universales como la fotografía. Siempre he tenido mucho respeto a exponer en el país de origen en el que he realizado algún proyecto. Pero es un reto precioso del que se puede aprender mucho. ¡Tendría para escribir un libro de lo mío y de los demás!
FEPFI – ¿Cuáles son las fases en las que se desarrolla un proyecto?
Juan Manuel: Idea, planteamiento, trabajo, edición y tiempo. Mucho tiempo en madurar y llegar a un final en el que te sientas satisfecho.
Pocos lenguajes son tan universales como la fotografía
FEPFI – ¿Qué debe tener más peso en una imagen: la estética o la técnica?
Juan Manuel: Lo de la técnica podríamos decir como a la mujer del Cesar… se le presupone. En cuanto a la estética, este concepto está para aquel que la busque. En mi manera de entender la fotografía hay otros valores de planteamiento mucho más importantes que estos dos conceptos.
FEPFI – ¿Qué características tiene que reunir un encargo para que usted decida aceptarlo?
Juan Manuel: Pues ahora mismo, cualquiera dice que no a un encargo. Pero es evidente que dar un sí a un encargo es dar el sí a un compromiso del que uno intuye está capacitado para afrontarlo.
FEPFI – ¿Hasta qué punto es importante la labor de documentación e investigación previa en un tema que va a fotografiar?
Juan Manuel: Importante no, importantísima. Imprescindible hacerlo, si es que quieres empezar a construir tu proyecto sobre una base solida. Documentarte sobre la cultura, geografía y otros aspectos de los espacios en donde vas a fotografiar se hace necesario para saber interpretar las numerosas claves a las que te vas a enfrentar, conocerlas, y darles su sentido a través del objeto con el que lo vas a plasmar: la cámara.
Documentarte sobre la cultura, geografía y otros aspectos de los espacios en donde vas a fotografiar se hace necesario para saber interpretar las numerosas claves a las que te vas a enfrentar
FEPFI – ¿Es difícil poner precio a una fotografía?
Juan Manuel: Dificilísimo. Y sobre todo por comparativa con otros colegas, y porque el mercado lo rigen otros, ajenos a la misma fotografía, que defienden otro tipo de intereses.
FEPFI – Tiene varios libros de autor y tiene en su haber diferentes colaboraciones en revistas. ¿Qué consejo le daría a alguien que quisiera seguir sus pasos?
Juan Manuel: Primero que trabaje, que no decaiga y, sobre todo, que no tenga prisa alguna. Un libro es la obra cumbre a la que un fotógrafo aspira, es ver su trabajo transportado a la memoria colectiva. Pero ojo, que hacer un libro no tiene por qué ser sinónimo de “bueno”. No hacerlo con criterio se puede convertirse en el peor embajador de nuestra propia obra. Así que paciencia y mucha convicción de mostrar un producto lo suficientemente bueno para que, cuando pasen algunos años, alguien se acuerde aún de aquel libro.
Más sobre Juan Manuel Díaz Burgos
Juan Manuel Díaz Burgos nació el 8 de noviembre de 1951 en Cartagena. Con ocho años, los Reyes Magos le traen su primera cámara. Es el comienzo de una fructífera carrera en el mundo de la fotografía que le ha llevado a exponer en numerosos países. Autor de varios libros, sigue acometiendo sus proyectos fotográficos con el tesón del primer día.
Texto: Eva Del Amo
Adaptación y maquetación de las publicaciones: Philippe Uglietta